Sahasrara es el chakra de la coronilla

Sahasrara es el chakra de la coronilla, está relacionada con la glándula pineal, regula el ciclo sueño-vigilia por la secreción de melatonina y el ritmo de las actividades durante las diferentes estaciones del año. Este chakra nos trae conocimiento, sabiduría, entendimiento y conexión con lo espiritualhttps://isabelbosque.com/los-7-chakras-principales/

  • Ubicación: Coronilla
  • Color: Violeta
  • Elemento: Pensamiento / voluntad.
  • Gema / minerales: Cristal de cuarzo, diamante, amatista, alejandrinas, solonita.
  • Este es el séptimo chakra y el más espiritual de todos. Engloba la sabiduría del ser y el ser uno con el universo. Cuando este chakra está abierto, desaparece la tendencia a emitir prejuicios y te vuelves más consciente del mundo y de tu conexión con él.
  • Si este chakra tiene poca actividad, tu tendencia a ser espiritual se ve disminuida y puedes tener una inclinación hacia ser rígido en tus pensamientos; en cambio si tiene demasiada actividad, tendrás una tendencia a intelectualizar las cosas todo el tiempo, la espiritualidad parecerá estar primero en tu mente y si existiera una sobreactividad extrema, se podría llegar al punto de ignorar las necesidades físicas del cuerpo (comida, agua y refugio
  • Si se ha logrado un desarrollo del séptimo chakra de manera integrada y como parte de un trabajo espiritual profundo, este es el impulso que nos lleva a la unión con el infinito. Implica constancia y compromiso porque nuestra tendencia más primaria es a vivir en los chakras inferiores.
  • La espiritual es una fuerza que está en todo permanentemente y que constituye la esencia de todo lo que existe. Es el regreso a nuestra esencia. Sin embargo, necesitamos trabajar para alcanzar la realización, es decir nuestro máximo potencial en todos los niveles para alcanzar un nivel de conciencia trascendente. Para algunas tradiciones este despertar es espontáneo, porque es tan sencillo como superar la mente.

¿Cómo equilibrar Sahasrara el Chakra de la Coronilla?

Medita a diario: La meditación es el ejercicio fundamental para abrir este Chakra porque nos pone en contacto con la parte más profunda de nosotros mismos. No hay mayor práctica para desarrollar el séptimo chakra ella. Es en este estado que la conciencia se realiza a sí misma. La meditación es tan esencial para el espíritu como lo es comer y descansar para el cuerpo. Es un alimento para el alma, un masaje para el cuerpo sutil, una limpieza y purificación de la mente. Puedes imaginar un tubo de luz blanca que entra por tu coronilla y baja por todo tu cuerpo o recostarte e imaginar una lluvia de color blanco que cae sobre ti y te cubre el cuerpo entero.

Crea un altar: Busca un lugar específico como foco para comunicarte con lo sagrado. Puede ser una mesita pequeña, un rincón tipo “santuario” para alguna deidad o un lugarcito especial en tu jardín. Deja en ese lugar todo aquello que sea importante para ti o que te conecte con lo divino o sagrado. Con el tiempo, la vibración de tus oraciones, meditaciones y ofrendas se acumulará en la atmósfera circundante. Crear un espacio especial para el altar en un lugar particular es invitar a una conciencia más profunda de lo sagrado a nuestra vida diaria.

Detente: Al menos una vez al día, en medio de cualquier actividad, simplemente para lo que estés haciendo y mira a su alrededor. Quédate quieto y mira hasta dónde puedes estirar tu conciencia. observa tus pensamientos. ¿En qué se centran? Observa ahora tu respiración. Observa el ángulo de la luz solar, la brisa o el viento, el sonido a tu alrededor. Respira el momento completamente, simplemente saboreando la deliciosa conciencia de estar vivo.

Gemoterapia: Meditar al menos 10 a 15 minutos recostada en un ambiente tranquilo con alguno de estos cristales sobre tu coronilla te puede ayudar a hacer fluir la energía en este centro. 

 Este es el séptimo chakra y el más espiritual de todos. Engloba la sabiduría del ser y el ser uno con el universo. Cuando este chakra está abierto, desaparece la tendencia a emitir prejuicios y te vuelves más consciente del mundo y de tu conexión con él. 
Si este chakra tiene poca actividad, tu tendencia a ser espiritual se ve disminuida y puedes tener una inclinación hacia ser rígido en tus pensamientos; en cambio si tiene demasiada actividad, tendrás una tendencia a intelectualizar las cosas todo el tiempo, la espiritualidad parecerá estar primero en tu mente y si existiera una sobreactividad extrema, se podría llegar al punto de ignorar las necesidades físicas del cuerpo (comida, agua y refugio

Amatista: Su gran poder transmutador la convierte en el cristal ideal para todos aquellos que se inician en el camino del autoconocimiento y la meditación, ya que posee la aptitud de transformar emociones, pensamientos y sensaciones. Además está asociado al chakra corona, que representa el punto de conexión espiritual con los planos superiores,  con el misticismo  y con la posibilidad de manifestar el camino evolutivo del ser humano.

Cuarzo cristal: Ubica un cristal de cuarzo trasparente frente a ti, obsérvalo tranquila y detenidamente. Cierra los ojos y poco a poco visualiza su estructura interna, las partículas que lo forman y la energía que las une. Únete a esas partículas y déjate llevar por su vibración, deja que las energías se fundan. Poco a poco, cuando acabes con la meditación ve tomando conciencia de cada una de las partes de tu cuerpo y toma un tiempo antes de reincorporarte.

Selenita: Refleja un rayo de luz blanca que transmite pureza y tranquilidad. Permite la conexión con otras dimensiones siendo un excelente medio para recibir o canalizar mensajes de luz (por este motivo ha recibido el apodo de “piedra teléfono”).

Aromaterapia: Lavanda, Incienso, Mirra, Cedro. Estos aceites esenciales nos aportan armonía, equilibrio, pureza y comunicación a nivel espiritual estableciendo un vínculo con nuestro yo superior. La Lavanda es el primer aceite esencial del que parte la Aromaterapia, al ser descubiertas sus propiedades regeneradoras, calmantes y purificantes se inicia el estudio de los aceites esenciales como terapia en sí mismos. El Incienso, uno de los árboles sagrados desde la antigüedad, simboliza la conexión con lo espiritual, el desapego y la purificación. La Mirra tiene una fuerte conexión con la muerte y la trascendencia, permitiéndonos cruzar umbrales para evolucionar espiritualmente. El Cedro conecta y endereza todos los chakras conectando la energía de la Tierra con la del cielo a través nuestro, nos libera de miedos, nos aporta fuerza de voluntad y flexibilidad mental.

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