La palabra alma se origina en del latín anima. Alma, ánima o espíritu suelen ser utilizados como sinónimos para nombrar a la entidad no material e invisible que poseen los seres vivos.
El alma sería la esencia de no sólo el ser humano, sino también toda entidad creada posee un «alma». Los animales tienen alma, como las plantas, los cristales, las piedras y los objetos inanimados.
No sólo la vida, sino también la existencia requiere un alma para sustentarlas —una «chispa de Divinidad»
Un alma no es sólo el motor de la vida; también encarna el para qué de la existencia de las cosas, su significado y propósito. Es la «identidad interior, la razón de ser de las cosas. Cada alma es la expresión de la intención y visión de Dios al crear ese ser en particular»
Todo Tiene un Alma
El alma es el ser, el «Yo» que habita en el cuerpo y actúa a través de él.
El alma de una persona constituye la esencia misma del ser humano. Se corresponde con el Ser real y se manifiesta a través de su cuerpo. Cuando una persona nace, y durante los primeros años de vida, su alma se manifiesta directa y claramente a través de su cuerpo, ajena a todo condicionamiento social. Con el paso del tiempo, la interacción con el entorno le lleva a ir adquiriendo aprendizajes y a adaptarse a su entorno, siendo muchos de esos condicionamientos contrapuestos a los dictámenes de su alma y quedando esta, por ello, acallada y relegada al inconsciente.
Sin la existencia del alma seria como una lámpara sin electricidad, una computadora sin el software, un traje espacial sin astronauta en su interior. Con la introducción del alma, el cuerpo adquiere vida, visión y oído, pensamiento y habla, inteligencia y emociones, voluntad y deseo, personalidad e identidad.
El alma es la manifestación vital de cualquier ser vivo. El espíritu, por su lado, constituye la energía o fuerza vital que empuja el alma en una u otra dirección para alcanzar sus designios.
Según algunas tradiciones espirituales y filósofos antiguos como Platón, las almas son divinas e inmortales y vienen a la tierra a cumplir un propósito. Ocurre, sin embargo, que al llegar al mundo olvidan dicho destino y la voz de su alma queda acallada. Será en el transcurso de sus días en la tierra que el alma irá dando señales con el objetivo de «despertar» la conciencia dormida y, con ello, poder cumplir su propósito. Según este planteamiento, gran parte de los elementos que ofrece este mundo tienen el objetivo de mantener acallada la voz de nuestra conciencia
Con respecto al espíritu, algunas de estas tradiciones espirituales señalan que existen dos fuerzas espirituales, la de la luz y la de la oscuridad. La vida en la tierra se da a través de una lucha entre estas dos fuerzas espirituales. Además, particularmente dentro de cada persona se da esta lucha espiritual entre el bien y el mal. Según indican estas culturas ancestrales, nuestro propósito en este mundo es liberarnos de la fuerza espiritual del mal que no nos corresponde, en tanto que el alma humana es, en esencia, pura y bondadosa.
El objetivo primordial del estudio del alma y sus registros akashicos consiste en rebuscar qué aspectos psicológicos y emocionales han llevado a las personas a herir su alma y, con ello, a enfermar. En realidad, cualquier manifestación de síntomas psicológicos o emocionales (incluso muchos de los síntomas físicos), supone la evidencia de actitudes, pensamientos o conductas contrarias a las necesidades del alma que acaban por herir el cuerpo, la manifestación física de nuestro ser.
Todos ellos son consecuencias de un trato irrespetuoso del alma humana que suele darse de manera normalizada en este mundo desde el mismo momento de la concepción
Como resultado de todo ello, el alma humana, que nace libre y pura, es contaminada y forzada a acallar su voz. En estas condiciones, resulta muy difícil que la persona pueda cumplir con su propósito de vida.
Para sanar el alma humana resultará necesario tomar conciencia de todo lo acontecido en la propia vida, que nos ha llevado a desconectarnos de nuestra propia voz y guía personal. El repaso analítico de nuestro trayecto de vida, la aceptación de lo vivido, la escucha de nuestro verdadero ser y la toma de conciencia de nuestro potencial real (y divino según Platón) permitirá sanar nuestra alma.
El alma cuando encarna trae consigo las emociones, conocimientos, miedos, culpas, etc, que quedaron sin resolver en experiencias anteriores, y que fueron responsables de una serie de conflictos. Un conflicto que nos está afectando en la vida actual, puede tener su origen en la memoria del alma.
La lectura de los registros akashicos nos permite indagar en vidas pasadas para hallar el posible origen de un acontecimiento o reto difícil.
La información acerca de los planes del alma se encuentran en los Registros Akásicos, y también en el subconsciente de la persona. Hay muchas terapias que se basan en limpiar o borrar programas, memorias o bloqueos que se encuentran en el subconsciente. De esta, y de las demás vidas que hemos podido transitar. Pero comunicarnos con el Akasha no es lo mismo que llegar a nuestro subconsciente. Hay muchos Seres de Luz que nos ayudan en nuestro camino espiritual, y es posible contactar con ellos a través de nuestros Registros. En el subconsciente está la información de todas las personalidades y retos que ha seguido nuestra alma, a lo largo de sus encarnaciones, y en los Registros, aparte de contener también dicha información, podemos conectar con aquellos Seres que se encuentran en otro plano distinto al nuestro, que te explicarán, aconsejarán y guiarán con todo su amor posible.
El descubrir los acontecimientos que experimentó el alma en una vida pasada, nos puede ayudar a desbloquear una energía atascada. Porque cuando vemos los sucesos bajo la perspectiva de los Registros, una energía sanadora nos invade. Tenemos una información mucho más amplia y concreta, y podemos llegar a encajar las piezas del puzzle que nos faltaban. Descubriendo así los planes del alma.
Esta técnica de sanación que eleva a la luz todas aquellas energías negativas que podemos llevar enganchadas en nuestro aura, chakras, así como en nuestro hogar.
Los Registros Akáshicos muestran toda esta información para hacer una limpieza profunda, así como un seguimiento y asesoramiento espiritual.
Los Registros Akashicos dicen que solo con la información canalizada no es suficiente hay que limpiar y elevar a la luz toda la energía negativa para notar realmente un beneficio y un desbloqueo de la situación, como falta de pareja, prosperidad, paz, conexión, etc.
El trabajo de Registros hoy en día es de gran profundidad para aquellas personas que están dispuestas a «mirarse» en el espejo del Alma, para remover, liberar y sanar todos los acuerdos y contratos álmicos, muchas veces alojados en nuestra memoria celular, revisar las situaciones kármicas y conocer el propósito de nuestra vida para nuestro Mayor Bien y de todos los que nos rodean.
Los Registros Akáshicos es un camino directo al despertar espiritual, a la toma de conciencia de quienes somos realmente. Nutren tu vida de amor incondicional, sabiduría y conocimiento. Accediendo a los Registros el alma se expande y el ego se acalla.
Espero que te haya ayudado, ese es mi propósito.
Un abrazo y recuerda que aquí estoy para resolver cualquier duda que tengas.