¿Te ha pasado que sientes bloqueos, estás cansada o confundida… y no sabes por qué?
Empiezas a dudar de ti. Crees que hiciste algo mal. Te preguntas:
¿Por qué me siento así si estaba bien hace un rato?
La verdad es que muchas veces los bloqueos que sientes no te pertenecen.
Estás absorbiendo energía de otras personas, espacios o situaciones que no reconoces como externas… pero que influyen directamente en ti.
💠 ¿Qué es un bloqueo energético?
Un bloqueo energético es una interrupción o distorsión en el flujo natural de tu energía vital.
Imagina tu energía como un río que fluye claro y constante. Cuando ese río se contamina o se obstruye, el flujo se estanca y comienzan los síntomas: cansancio, confusión, malestar emocional, desconexión, dolores físicos, entre otros.
Este estancamiento no siempre viene de ti.
Muchas veces lo que sientes es el resultado de cargas energéticas externas que tu cuerpo sutil ha absorbido.
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¿Por qué se nos pegan energías que no son nuestras?
Vivimos en constante intercambio energético. A través de la mirada, la palabra, el pensamiento, incluso en silencio… todo emite vibración.
Tú no eres solo cuerpo físico. Eres un campo energético, una aura que te rodea y vibra según tu estado emocional, mental y espiritual.
Cuando tu aura está fuerte, funciona como un filtro natural.
Pero cuando estás vulnerable, cansada, o no has limpiado tu campo, tu energía queda abierta y se vuelve esponja. Allí es cuando “te pegas” energías que no son tuyas.
Esto ocurre, por ejemplo:
- En lugares con muchas personas o emociones intensas (hospitales, reuniones, cementerios, centros comerciales, transporte público).
- Al estar cerca de personas muy densas, negativas o inestables emocionalmente.
- Después de discusiones, malas noticias o incluso redes sociales cargadas.
- Cuando estás emocionalmente sensible o atravesando un momento difícil.
Tu aura absorbe esa vibración, aunque no seas consciente de ello.
Y con el tiempo, si no haces limpieza energética, se va acumulando hasta generar lo que percibes como un bloqueo.
💡 ¿Cómo saber si el bloqueo no es tuyo?
Estas son señales claras de que estás cargando energía ajena:
- Cambio repentino de estado emocional.
Pasas de tranquilidad a agitación sin causa lógica. - Sensación de peso o presión en el cuerpo.
Especialmente en el pecho, cabeza o espalda. - Pensamientos que no resuenan contigo.
Dudas, miedos o ideas que no parecen tuyas, pero que insisten. - Cansancio crónico después de estar con ciertas personas o en ciertos lugares.
- Desconexión de tu intuición.
No puedes escuchar tu voz interior con claridad.
✨ El problema no es solo energético… es que nadie nos enseñó a protegernos
Desde pequeños nos enseñan a cuidar nuestro cuerpo físico, pero no nuestro campo energético.
No es tu culpa sentirte cargada.
No es flojera, no es debilidad…
Es sensibilidad. Y es un don, si sabes cómo usarlo.
Pero cuando no lo entiendes, ese don se convierte en un ancla invisible.
🌿 ¿Qué puedes hacer para liberarte de esas energías?
Te comparto 3 pasos simples para empezar hoy mismo:
1. Limpia tu campo energético al final del día.
Basta con pasar tus manos por el cuerpo (sin tocarlo), como barriendo. Respira profundo y repite:
“Devuelvo todo lo que no es mío. Yo me libero.”
2. Haz baños de sal o pies en agua con sal marina.
La sal es un poderoso neutralizador. Siente cómo se disuelve lo que no te pertenece.
3. Usa un cuarzo blanco o amatista como escudo protector.
Llévalo contigo al salir o déjalo en tu espacio de descanso.
Y si trabajas con herramientas como el péndulo, puedes ir más profundo y preguntar:
¿Este bloqueo me pertenece?
¿Este cansancio es mío o absorbido?
La energía no miente.
🌱 El primer paso para sanar es reconocer que no todo lo que sientes te pertenece
Cuando tomas consciencia de esto, algo cambia.
Dejas de pelear contigo misma.
Y comienzas a cuidar tu energía con amor, intención y límites sanos.
Recuerda:
No todo lo que sientes es tuyo.
Pero todo lo que decides soltar… es libertad.
Tu energía es un territorio sagrado.
No todo lo que entra en ti merece quedarse, y no todo lo que sientes es una señal de que algo anda mal contigo.
A veces, la confusión, el peso o el estancamiento simplemente son voces ajenas que se han alojado en tu campo sin permiso.
Y tú tienes el poder de liberarte.
No desde la lucha, sino desde la conciencia, la presencia y el amor propio.
Comienza a preguntarte:
¿Esto es mío? ¿Esta emoción, este pensamiento, este cansancio… me pertenece?
Y si no es tuyo… déjalo ir.
La abundancia, la claridad y el propósito no se fuerzan. Se manifiestan cuando estás alineada con tu energía real.
Y tu energía real es libre, luminosa y sabia.
Haz de tu campo energético tu mejor guía.
Y recuerda siempre:
Tú no estás sola. Tienes guías. Tienes poder. Y estás rodeada de herramientas que pueden acompañarte en el camino de regreso a ti.