El poder de la gratitud

Es curioso que el gran poder de la gratitud sea poco practicado.  Curioso, pero no extraño. La mayoría de nosotros tiene un estilo de pensamiento que tiende hacia lo negativo, incluso si somos personas que nos consideramos mínimamente optimistas. Dos terceras partes de nuestros pensamientos se centran en cosas negativas, tanto pasadas como las que pueden pasar. Como si de respirar se tratara, los seres humanos aplicamos diariamente el sesgo de negatividad en todo lo que nos sucede.

Y te pregunto

¿Cuántas veces agradeciste el día de hoy?

¿Eres una persona agradecida?

¿Si la gratitud no es algo que practiques todos los días y te interesa cómo incluirla?, quédate por aquí nosotras y en este post te contaremos cómo hacerlo

Por fortuna, practicar la gratitud puede servir como “la cura” para este sesgo. No debemos equivocarnos y pensar que el sesgo de negatividad es propio de una persona con una mente patológica, pero sí que el centrarnos obsesivamente en todo lo malo que pasó y que podría pasar no nos va a traer ni felicidad  ni bienestar. Es lógico ser un poco pesimista, puesto que nada en esta vida tiene garantizado salir bien, pero tampoco debemos ignorar todo lo bueno que nos pasa. La gratitud nos ayudará a tener en cuenta las cosas positivas de nuestras vidas.

 ¿Primero lo primero, ¿sabes qué es la gratitud?

La gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, aquello que nos ha beneficiado de algún modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia (Peterson y Seligman, 2004; Emmons, 2007).

La gratitud forma parte de una de las 24 fortalezas o virtudes del carácter del ser humano, planteadas por la Psicología Positiva. La gratitud se encuentra dentro de las fortalezas de trascendencia, aquellas que otorgan un significado a la vida y promueven una conexión con el universo.

https://isabelbosque.com/gracias-gracias-gracias/

Podríamos mencionar una larga lista con todos y cada uno de las mejoras en nuestro día a día que supone agradecer y te voy a dejar algunas consideraciones

  1. La fortaleza de la gratitud nos ayuda a apreciar las experiencias positivas por las que pasamos cada día. Y es que si te sientes content@, alegre, satisfech@ y feliz, lo habitual es que quieras celebrarlo, ¿cómo? con sonrisas, con risas, con vítores, con gritos e incluso organizando y celebrando una fiesta. Si también somos agradecidos por estos momentos, los recuerdos positivos que se generan en nosotros, aumentarán directamente nuestro bienestar e irremediablemente también nuestra autoestima.
  2. La gratitud mejora nuestra autovaloración. Veamos un ejemplo: Imagínate que gracias a tu esfuerzo has conseguido algo importante, posteriormente has celebrado una fiesta para agradecer este logro conseguido ¡listo! Aquí la valoración de nuestras capacidades mejora. Y es que la gratitud va a reforzar esa autovaloración y te permitirá en el futuro, activar esas capacidades de forma inmediata.
  3. La gratitud nos ayuda a superar el estrés y el trauma. Incluso de una experiencia poco buena, negativa y desagradable, poniendo en práctica la fortaleza de la gratitud, tu estrés se reducirá y por tanto te podrás recuperar más rápidamente. ¿cómo? agradece el aprendizaje que obtuviste del fracaso, de los errores también se aprende. No se trata de negar la situación, sino de aceptar el hecho y buscar una salida, una solución. El trauma durará menos y tu actitud será más positiva tras agradecer lo que aprendiste. De todo se aprende, no lo olvides.
  4. La gratitud nos anima a poner en práctica nuestros propios valores. Cuando agradecemos por algo no material, básicamente lo que estamos haciendo (aunque muchas veces de manera inconsciente) es resaltar las cualidades de esa persona que se identifican con nuestros propios valores personales.
  5. La gratitud nos ayuda a crear nuevos vínculos sociales y a fortalecer los que ya tenemos. la gratitud es muy poderosa para vivir y sobrevivir en nuestro entorno a nivel relacional. ¿Por qué? Porque a todos nos encanta que nos den las gracias y tendemos a desarrollar mayor simpatía, empatía y agrado hacia las personas agradecidas. Esto hará que queramos sentirnos cerca de ell@s, buscándolos para nuestras relaciones sociales. Así que, ya lo sabes, si no tienes pareja y la estás buscando, el ser agradecido, nos hace más atractivos 😉
  6. La gratitud nos mantiene en el momento presente, en el “aquí” y “ahora” ayudándonos a no asumir nada como eterno o dado “por nada”. También evita que nos mantengamos lamentándonos de cosas del pasado. De esta forma ocupar nuestra mente “agradeciendo” evita “rumiar” el pasado y nos permite apreciar genuinamente lo que disfrutamos en el momento actual.
  7. La gratitud mejora la depresión. Cuando agradecemos se disminuyen emociones como la amargura, el apego y la rabia, haciéndonos que nos sintamos mejor y mejorando así también nuestra autoestima.

La gratitud nos permite ver que, pese a la adversidad, pese a estar pasando por algunas situaciones dificiles. Cierto que habrá baches por el camino de la vida, pero también habrá momentos llenos de verdadera felicidad, y aunque ahora nos cueste verlo y puede que hasta entenderlo, siempre vienen son aprendizajes si sabemos ver que todo tiene un bien  oculto de cada situación. Por eso Gracias Gracias Gracias

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